GRUPO 40121

SOLDADURA

La soldadura es una operación muy importante ya que de ella puede depender la seguridad de un conjunto. Para ello conviene seleccionar el material adecuado. La soldadura con estaño nos permite hacer la unión entre dos piezas metálicas. El estaño es un metal idóneo para realizar esta operación por tratarse de un material que funde a una temperatura inferior a otros metales.

Para realizar un buen trabajo con el soldador el estaño que utilizamos normalmente no es puro, se trata de una aleación de estaño y plomo en distintos porcentajes. El estaño que normalmente se vende en el comercio viene presentado en hilo enrollado, pasta o barritas. La única composición de mayor porcentaje de plomo (33% de estaño) se présenta en barras de mayor tamaño y se suele usar en plomería para soldar tuberías de plomo: la temperatura de fusión está entre 200 y 300 grados centígrados.

CLASES:

Existen diversos tipos de soldadura, algunos de ellos excesivamente complicados, que requieren de muchos años de práctica para conseguir buenos resultados. Básicamente podemos dividir en dos grandes tipologías de soldadura: la blanda y la dura.


LA SOLDADURA BLANDA

Este tipo de soldadura consiste en unir dos fragmentos de metal, que suele ser con asiduidad de cobre, hierro o latón, por medio de un metal de aportación (normalmente estaño) para conseguir una continuidad eléctrica entre los dos trozos a unir.

La unión de ambos metales debe ofrecer la menor resistencia posible al paso de la corriente eléctrica. Se deben cumplir algunos requisitos para que la unión se lleve a cabo con éxito. La calidad del estaño deberá tener las proporciones adecuadas: 60% de estaño y 40% de plomo. El motivo de que se elija esta aleación se debe a que ninguno de estos dos metales por separado funde a una temperatura superior a los 300 ºC, mientras que en la aleación que compone el estaño funde a 232 ºC.

La limpieza también juega un papel fundamental a la hora de soldar. Para realizar una buena soldadura, ambos trozos deben estar limpios de grasa, óxido, etc.

Existen distintos métodos para limpiar las partes a soldar, pero lo más sencillo es utilizar estaño en carretes. Éste viene presentado en forma de hilo enrollado y tiene en su interior uno o varios hilos de resina. El papel de la resina es simple: al fundirse, desoxidará y desengrasará los metales a soldar.
Características de una soldadura blanda bien realizada
Como ya hemos mencionado, llegar a ser un buen soldador es cuestión de experiencia. Aún así, hay algunos trucos que podemos seguir para saber si el resultado obtenido es el esperado.
En primer lugar, debemos comprobar que el soldador está a la temperatura correcta acercando el hilo de estaño a la punta. Si el estaño se funde con facilidad, es que todo está dispuesto. A continuación, preparamos los elementos o piezas que se quieren soldar calentando la unión de las dos piezas manteniendo el soplete durante unos segundos. Tras esto, acercamos el hilo de estaño a la zona de contacto del soldador y comprobamos que se funde y se reparte de manera uniforme por las zonas caldeadas.

Una vez conseguimos el suficiente estaño aportado, lo retiramos manteniendo el soldador durante unos segundos. Después, lo quitamos, teniendo cuidado de no separar las dos piezas recién soldadas. Las mantenemos hasta que se enfríe y se solidifique. No se debe soplar, ya que, si la soldadura se enfría de manera prematura, será defectuosa. Al final, ésta ha de ser cóncava, sin poros y brillante. Cuando no se dé alguna de estas condiciones, retiraremos el estaño e iniciaremos el proceso.




CARACTERISTICAS:


*Asegurarse de que las zonas a soldar están bien limpias, sin grasa ni suciedad.
Para las placas de circuito impreso se puede utilizar una goma de borrar bolígrafo, tal como vemos aquí.
Si se trata de hilos de cobre, se pueden raspar con unas tijeras o una cuchilla para limpiar el hilo.
*Limpiar la punta del soldador de vez en cuando.
Para ello frotaremos suavemente la punta en una esponja húmeda, como la del soporte de la figura.
Alternativamente podemos raspar la punta con un cepillo de alambres suave, como los que suelen venir incluidos en el soporte.
*Acercar los elementos a unir hasta que se toquen.
Si es necesario, utilizar unos alicates para sujetar bien las partes.
Aplicar el soldador a las partes a soldar, de forma que se calienten ambas partes.
*Las piezas empiezan a calentarse hasta que alcanzan la temperatura del soldador. Si la punta está limpia, esto suele tardar menos de 3 segundos. Este tiempo dependerá de si se usan alicates y de la masa de las piezas a calentar.
*Sin quitar el soldador, aplicar el estaño (unos pocos milímetros) a la zona de la soldadura, evitando tocar directamente la punta.
Cuando la zona a soldar es grande, se puede mover el punto de aplicación del estaño por la zona para ayudar a distribuirlo.
*La resina del estaño, al tocar las superficies calientes, alcanza el estado semilíquido y sale de las cavidades, distribuyéndose por la superficie de la soldadura. Esto facilita que el estaño fundido cubra las zonas a soldar.
*El estaño fundido, mientras sigue caliente, termina de distribuirse por las superficies.
Retirar el soldador, tratando de no mover las partes de la soldadura. Dejar que la soldadura se enfríe naturalmente. Esto lleva un par de segundos.
El metal fundido se solidifica, quedando la soldadura finalizada, con aspecto brillante y con buena resistencia mecánica.

FUNCION:
Consiste en unir las partes a soldar de manera que se toquen y cubrirlas con una gota de estaño fundido que, una vez enfriada, constituirá una verdadera unión, sobre todo desde el punto de vista electrónico.

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